Sebastián Leal es oriundo de Fiske Menuco. Trabaja como profesor de mapuzugun en la Escuela Primaria N°286 “Ruca Hue”, de JJ.Gómez y cuenta cómo sufrió discriminación por su identidad mapuche, la importancia de saber la lengua y cuál es su rol actual como docente.
Por José Manuel Pichon e Ivana Silvan

Sebastián Leal es kimeltuchefe (hombre/mujer que enseña) de la lengua mapuche en el Jardín N°48 de Alta Barda y en la Escuela Primaria N°155 de Mosconi, en Fiske Menuco (General Roca). Junto a la Escuela Primaria N°286, son los tres establecimientos interculturales. Trabaja con chicos que están interesados en la materia y cuenta que “la disposición de los otros profes para trabajar y articular es bastante positiva, ellos se acoplan y los directivos también”. Pero llegar hasta aquí, dice, no le fue nada fácil: durante su infancia y adolescencia en las escuelas le tocó vivir en primera persona el racismo y la discriminación.
Relató las situaciones que vivió durante su periodo como estudiante en la escuela debido a su identidad, en parte por culpa del sistema educativo, pero también por sus propios compañeros. “Cuando nos enseñaban en la escuela la llegada de los españoles, las maestras repetían mucho ‘llegaron y acá estaban los indios’, que los indios esto, los indios lo otro. Yo era una contradicción constante con mis docentes, porque yo les decía que no éramos indios”, recuerda. No se olvida que las correcciones no caían bien a sus maestras, y luego, en los recreos, sus compañeros se burlaban de él llamándolo con esa misma palabra que resistía: “indio”.
“Después de eso tuve la fuerza para no aflojar, para defender mi identidad; para decir: si querés, insúltame, pero yo soy mapuche, es mi identidad y es lo que soy”, relata Sebastián. Sufrió discriminación en la escuela primaria y en la secundaria también, pero ya era más grande y podía defenderse por sus propios medios. Pero también cuenta que había maestras que tenían la mente más abierta y que le daban la razón. “Era una lucha constante pelear contra el sistema occidental de educación, pero hoy sabemos que la lucha de muchos de nuestros ancestros, de nuestros padres, de nuestras comunidades sirvió para que las personas cambiaran. Hay otras generaciones ahora, y ya no es lo mismo”, comentó.
Su rol como docente
Trabajar desde la interculturalidad en las escuelas es una lucha constante con la rigidez de las instituciones y los maestros interculturales tienen que estar acompañados todo el tiempo por la comunidad. Y para Sebastián, esa resistencia de las instituciones es mayor hacia las mujeres, como le ocurrió a su hermana, que es profesora en el Jardín N° 48, o a sus primas, que también sufrieron mucha resistencia en el sistema educativo.
Actualmente, la lucha es para que se pueda enseñar mapuzugun como una materia específica. “Siempre estamos acompañados de la maestra del grado y si están con la seño de matemática, también tenemos que estar con la seño de matemática”, explica sobre esa búsqueda de independencia, también en ese espacio. “Es solamente una materia propia para no sentir presión y no tener que articular con las otras materias; enseñar la cultura mapuche y que no tenga que ser acompañado de otra materia”, expresa Sebastián.
Aprender la lengua es muy importante para Sebastián y su familia ya que crecieron con todas las costumbres. El idioma es solamente hablado, no tiene escritura y tiene variadas formas de escribirse, muchas personas han tratado de llevar un registro, hoy el que más se usa es el Rangileo (es una persona que estudio Letras y armó un grafemario del mapuzugun) en Rio Negro, en otros lugares hay otros, pero en si la mayoría de las palabras son parecidas. “Para nosotros es importante aprender esto, porque nos lleva más allá de la cultura, para poder tener otras herramientas a la hora de enseñar, de poder difundir la palabra”, concluye Sebastián.
La lengua se ha perdido un poco, algunas palabras se han perdido, en su comunidad, como en casi todas, hay muchas palabras sueltas, significan muchas cosas, pero casi nadie habla de fluido la lengua.

“Tratamos de aprender y enseñar todo de la mejor manera, en mi caso yo tengo niños de primaria, en una materia que les gusta mucho, quieren aprender mucho sobre esto, están todo el tiempo preguntando y queriendo saber cosas, eso nos llena mucho, porque a mí no me paso así. Nosotros tenemos la expectativa de enseñar cómo nos enseñaron, de inculcar el respeto como a nosotros”, concluye Sebastián.