Por: Abigail Avila
En el año 2017, Aitiana Tebés estaba en su último año de secundaria y, por lo tanto, ansiosa por decidir dónde podría encontrarse el año siguiente: si en el campus de la Universidad Torcuato Di Tella, en la ciudad de Buenos Aires, o atravesando la entrada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la ciudad de General Roca (Fiske Menuco).
Aitiana nació en la localidad de Centenario, Neuquén. Tiene 24 años, es la presidenta del actual centro de estudiantes “El Colectivo” y próximamente será periodista de la carrera de Comunicación Social. El hilo rojo que la condujo hasta la profesión fue la escritura , porque es una habilidad que siempre desarrolló con naturalidad. Sin embargo, su curiosidad y deseos de aprender continuamente fueron la motivación para dirigirse hacia la comunicación. “…si más adelante me interesan la medicina, la ciencia molecular o el fútbol, cualquiera de esas cosas puede ser una herramienta para comunicar mis intereses”, expresó entre entusiasmo y risas.
Aiti reflexionó con devoción sobre el significado que la institución universitaria ha tenido en su vida y en la de sus seres queridos, por lo que considera fundamental poder honrarla en su vida diaria. “Para mí es una alegría ser universitaria en una familia de clase trabajadora. Mi mamá es universitaria, estudió en una pública, mi papá no. Mis abuelos… Olvídate, ninguno terminó la secundaria. Entonces, poder elegir lo que me gusta, conducir a mi trabajo y orientarlo hacia mi vida, para mí eso fue muy importante”.
Egresada de una escuela católica, la joven neuquina comenta que su paso por Fadecs no solo le permitió un acceso al mercado laboral ejerciendo una profesión que ella misma disfruta, sino que además significó conocer espacios en los que antes nunca se hubiera imaginado. “Vengo de una escuela religiosa y había muchos espacios de trabajo en conjunto los cuales yo no conocía. Pasar por la facultad me permitió conocer la construcción colectiva, la militancia, el crear cosas con otros por un fin en común”.
Afirma que antes de la faceta universitaria no tenía un interés político, puesto que ni en su núcleo familiar ni otros lugares que ella frecuentaba, despertaban inquietud esos temas. Luego, en la cuarentena del año 2020 por el virus Sars-Covid19, en Aitiana, emergió un sentimiento de nostalgia al extrañar la colectividad con las personas , así que volvió hacia ella la curiosidad de acercarse a un escenario comunitario. De modo que cuando se le presentó la oportunidad no dudó en tomarla. “Una amiga me dijo que conocía el grupo “Movimiento de Trabajadores Excluidos”. Ahí necesitaban de alguien que los ayude con la comunicación, las redes y demás. Empecé a colaborar con ellos, de a partir de ahí conocí a “Patria Grande” y después a “La Mella”, que es la agrupación estudiantil en la cual milito y que forma parte de “El Colectivo”, que es el frente de conducción del centro de estudiantes”.
Estas vivencias le permitieron a Aiti cavilar sobre la importante labor de contribuir a la comunidad y reflexionar sobre su progreso. “ Estoy en la universidad. ¿Qué puedo hacer que permita que los chicos, las chicas y los chiques sigan estudiando? Puedan recibirse. Creo que para mejorar la calidad de vida en general, cuando hablamos de justicia social también, tiene que ver con eso. Así para que los que ingresan a la universidad tengan las condiciones para seguir cursando de la manera más amena posible, además de la oportunidad de recibirse”.
“La universidad pública me llevó a encontrarme con el mundo de otra forma. Me hizo parte. Estás ahí y tenes todo al alcance para ser un profesional. Tenes los materiales, acompañamiento entre los compañeros y se construye un sentido de comunidad que no pasa en otros lados”. La representante estudiantil expresó gratitud por el sentido de pertenencia social que vivió en la institución, y agregó sobre la práctica de la cual formó parte, por los proyectos de Extensión que la facultad permite a los cursantes. “Este año di clases en el Penal 2, (centro penitenciario) , junto a un proyecto de Extensión. Esas experiencias son gracias a lo que se construye dentro de la universidad, que no solo son las clases. Son los grupos que se generan. Pude entrar a un grupo de Investigación, de tener ese ida y vuelta con colegas y docente que te corrigen a pesar de que ya hayas cursado su materia. Eso probablemente no pasa en otros lados”.
“ ¿Cómo le devuelvo a la educación pública lo que pudo hacer por mi?.”
“La Aiti del 2017 la hizo bien. Le diría que conoció un mundo increíble. A docentes, compañeros y militantes increíbles que después no solo terminaron construyéndote como estudiante, sino como persona también”, dijo la comunicadora al recordar la decisión crucial que marcó esta etapa de su vida.








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