Por Samuel Urrutia
Omar González tenía 13 años cuando fue convocado por primera vez para trabajar atendiendo el teléfono de un programa en LRA 53 Radio nacional San Martín de los Andes; fue ahí, en el comienzo de su adolescencia que sintió que iba a estar comunicándose con la gente a través de los medios de información. Hoy sigue ejerciendo la comunicación radiofónica, trabajando en comunicación y organizaciones y también, dando clases en la Fadecs.
Omar nos cuenta que toda su adolescencia la atravesó trabajando para la radio de su ciudad; comenzó con el teléfono y al año ya estaba haciendo de operador técnico. Incursionó en la locución y el periodismo escribiendo columnas en los medios escritos de su ciudad, todo sin contar con muchos elementos teóricos.
Cuando terminó el secundario, se dedicó dos años a trabajar y ahorrar dinero para poder costearse los gastos de venir a la ciudad de General Roca/Fiske Menuco y estudiar comunicación. Sobre su llegada a la ciudad dijo: “recuerdo que el primer día que llegué, más allá de buscar un alquiler y conocer la facultad, lo primero que hice fue ir a conocer Antena Libre, y siento que desde ese momento, estoy vinculado con la radio de la facultad”.
En la Universidad Nacional del Comahue obtuvo dos tecnicaturas: una en Comunicación Social y otra en Locución; después completó su formación de grado haciendo la licenciatura, y más cerca en el tiempo realizó un posgrado en Comunicación y Cultura Contemporánea; ahora está terminando una maestría en Comunicación y Cultura. “A la Universidad del Comahue le debo todo, y creo también que yo le he entregado todo, como estudiante, trabajador y graduado” dice. Agregó que “en función de eso, respeto todo lo que implica la universidad pública, tan bastardeada por un sector de la política Argentina, pero a la vez tan necesaria para una sociedad mucho más ecuánime, cuyos pilares sean la memoria, verdad y justicia. La comunicación social es la comunicación con las otras personas, y en esa ida y vuelta se construye comunidad, sociedad, empatía. Todo eso me dio la universidad”.
¿Qué te cambió el paso por la carrera de Comunicación?. “Yo me siento un estudiante permanente. Cuando llegué pensaba que la universidad me iba a servir para estar dos o tres años en Roca y después volver a mi ciudad para ejercer la comunicación, pero lo que encontré en esta idea de mejoramiento continuo y de formación permanente, fue una fuerte vinculación con la universidad; ya sea por lo que aprendimos en las aulas, por lo que fuimos generando a nivel teórico o por las críticas que podemos hacer desde la universidad hacia esas realidades que tenemos. En línea con lo anterior, me encuentro con un Omar que fue fortalecido por la universidad, por su pasión por la Comunicación Social, motivado por nuevas formas de comunicar, ya sean por las nuevas tecnologías, los medios colectivos, las redes sociales y fundamentalmente en la investigación en Comunicación Social. Ese trayecto yo lo siento vivo y en un par de años más diré lo mismo, que sigo aprendiendo.
González mantiene muchos recuerdos vívidos de su recorrido por la carrera. Cuando ingresó en 1996 todavía la facultad no tenía computadoras y se trabajaba con máquinas de escribir tradicionales; recién a finales de la década de los noventa llegó la primer computadora a la biblioteca “Ernesto Sábato”, con acceso a un mundo del cual habían escuchado pero que desconocían totalmente y que te brindaba la posibilidad de conectar una computadora con otra. “Tuvimos la posibilidad de abrir el primer correo electrónico, y por muchos años tuvo solo tres usuarios, un profe, un compañero de cursada y yo. Después se masificó y con los años vinieron otras computadoras, pero todavía recuerdo lo novedoso que fue para nosotros en aquel entonces”.
También recuerda la visita a la facultad del sociólogo investigador Derrick de Kerckhove, discípulo de Marshall McLuhan. “Siempre recuerdo que él nos contaba que había estado la semana anterior en México manteniendo clases a distancia a través de una computadora con gente de Europa y Estados Unidos. En la actualidad eso es algo completamente natural, pero a finales de los noventa ya teníamos ese conocimiento quienes estábamos inquietos por esas cuestiones”.
Omar recuerda con nostalgia al docente jubilado Ricardo Haye, a quien le estará siempre agradecido y lo considera un maestro de la comunicación. “Él fue quien me habilitó la posibilidad de presentarme en un concurso y ser docente; asímismo, ejercí durante mucho tiempo como ayudante de cátedra. Si bien en lo formal era solo una ayudantía, a nivel humano yo me sentía como un docente más y por eso siempre le estaré agradecido”.
Omar descubrió en la docencia otra pasión, que es el aprender con el estudiantado. “Para quienes han pasado por el aula conmigo seguramente sepan que yo entiendo la enseñanza de la comunicación, con ese ida y vuelta, el aprender de esa otra persona por más que eventualmente en ese momento sea un estudiante”.
Siempre participó en muchas agrupaciones; si bien no desde lo formal, pero siempre acompañó a aquellos grupos que defendían la memoria, verdad y justicia, la igualdad, ecuanimidad y el trabajo por el otro. “En los años noventa tuvimos muchas luchas que llevar adelante, muy similar a lo que está pasando ahora. El ministro de economía López Murphy, intentó cercenar los presupuestos universitarios, pero la movilización de las universidades fue tan contundente que tuvo que renunciar”. También agregó: “si milité, porque en cada una de esas movilizaciones siempre estuve presente aunque no desde la formalidad en alguna agrupación específica”.
Uno de los aspectos más hermosos que considera que le dio la universidad fue el aprender con el otro, con colegas que lo vienen acompañando hace 20 o 25 años desde la cursada de la licenciatura. “En gran parte, más de la mitad de mi vida estuve acompañado por esas personas que ya a esta altura son amigos de la vida”.
Comentó que en un futuro se seguirá viendo vinculado a la facultad, y aprendiendo de comunicación. “Creo que siempre se puede aprender más, y sobre todo en nuestro mundo actual en donde la cosa comunicativa tiene más preguntas que certezas, eso creo que es lo más interesante para quienes amamos la comunicación. Me veo haciendo y ejerciendo la comunicación con respeto, que es lo fundamental, ya sea en los medios tradicionales como en los emergentes; así también como en las organizaciones que tanto necesitan de comunicación social”.
¡Qué consejo le darías a aquellas personas que están recién empezando la carrera de comunicación?“Les diría que es lo más hermoso que han elegido. Por la currícula propia de la carrera por ahí se pueden llegar a preguntar para qué será esto que me están enseñando si yo voy a ser solo un comunicador, pero la verdad es que saber de antropología, sociología, de psicología y de tantas otras ciencias humanas y sociales, es fundamental, ya que de la carrera te llevas solo un pedacito de ese aprendizaje y vas a tener por delante todo un desafío por seguir aprendiendo. Lo fundamental es que se diviertan, que lo vivan con respeto y responsabilidad pero siempre con diversión porque es algo maravilloso”.








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