Por Abril Baeza
Mayra Díaz comenzó la carrera Comunicación Social en 2018 y hoy, con 27 años, está con las últimas materias. No fue su primera opción, antes había hecho tres años de Administración de Empresas. Pronto se dio cuenta que su sueño era ser periodista y tomar fotografías.
“Soy una persona que, si yo tengo algo para decir, vos me vas a escuchar. No por imposición, sino por respeto«.
Nació en Villa Regina y, por cercanía, eligió estudiar la licenciatura en Administración de Empresas. “Siempre me gustó la idea de trabajar en medios de comunicación, de ser periodista” comentó, para explicar la decisión de cambiar de carrera. Con la mente pensando en Comunicación Social, nuevamente por cuestión de proximidad, eligió estudiar en la Unco:, “lo que me motivó a entrar a una universidad pública fue la cercanía, y que mis padres tenían la posibilidad de costear.” No le importó la salida laboral: “me recibiré, trabajaré o de alguna forma me la ingeniaré”.
“Siempre me consideré una persona curiosa, que siempre estaba interesada por saber, por investigar.”
“Amé a la universidad desde que entré”. La anterior universidad, no tenía un edificio propio: “no existía ese sentido de pertenencia” hacia la UNRN. Ese sentido lo pudo desarrollar al comenzar a cursar en la Unco: “cuando entré al campus de la Fadecs, vi que había una biblioteca al lado del edificio viejo, que había un parque, que había cancha, que había lugares para habitar, para estar. Quedé enamorada de la Fadecs».
El primer cuatrimestre lo cursó yendo y viniendo desde Regina hasta Roca en colectivo. Por el cansancio e intensidad que le generó la cursada, se mudó cerca de la universidad. “Tenía 21 años cuando me mudé. Toda la emoción de decir ‘wow voy a vivir sola’, pero me costó no tener a mi familia, llegar a casa y que no te espere nadie. Aprender a convivir con la soledad”. Aprovechaba los fines de semana para ver a su familia, pero también rescata lo positivo: “lo bueno de la universidad es que cuando transcurre el tiempo te vas haciendo tu grupo de estudio. Conocés compañeros, vas a su casa, los invitas a la tuya.” Tener amigos hizo que se sintiera menos sola en la ciudad, además de que siempre fue una persona muy independiente.
Interpretaba a la Comunicación como una cuestión meramente ligada a los medios. Al transitar la carrera, se dio cuenta de que es mucho más que eso: “hay muchas más ramas de la Comunicación en que una se puede introducir. Vas viendo todo desde un perfil con más conciencia social, ver diferentes realidades sociales y formas distintas de pensar”.
“Esta universidad tiene por excelencia lo que es el material de investigación, a mí me dejó impactada”.
Siempre fue adherente al Miles y comenzó a militar cuando terminó la pandemia. “Estando adentro de la agrupación, descubrí que tus propias ideas son valiosas, y que se pueden traducir en política para mejorar la calidad de vida de los estudiantes. Siento que militar es dejarle un poco de lo que a mí me dio la facultad a las generaciones futuras”. Consideró que es importante que el estudiante pueda tener y desarrollar una visión crítica de la realidad social inmediata, además de que pueda introducirse a la vida política. No solamente se consigue militando, sino también a través de las prácticas y de aprender de los profesores con vasta experiencia. “La política estudiantil es poder militar para y por los estudiantes, para que mañana sean más personas que puedan permanecer en la universidad y recibirse» dice.
Volver de la pandemia fue un momento duro: “ver muchas caras nuevas, compañeros que ya se recibieron, me sentía como un sapo de otro pozo. Miles me dio esa forma de volver a meterme en la universidad, me mantuvo en la facultad cuando fue tan difícil volver del confinamiento.” Recuerda que: «lo difícil estaba en pocas personas que había, la universidad no estaba tan poblada como ahora y había muchos bancos vacíos en las clases».
“Si bien no me recibí, estoy cursando las materias que puedo en el tiempo que puedo. Pero sigo insistiendo, sigo estudiando, sigo viniendo, sigo estando en la facultad porque quiero cumplir ese sueño de ser primera generación de universitarios”.
“Mi familia es de clase trabajadora y la posibilidad de estudiar me la dio la Unco. Para mí la universidad pública lo es todo. Acá me pude formar, acá hice mis amigos, acá conecté con profesores muy formados, que transmiten ese conocimiento crítico de la realidad. La Unco me dio la oportunidad de tener un trabajo estable. Esto es lo que significa la universidad pública para mí, el ascenso social de mi vida y de mi familia.” Quiere recibirse porque también quiere demostrar a las próximas generaciones de que pueden ser formados en la universidad pública, que es educación de excelencia.
Actualmente trabaja en el Diario Río Negro: “No me percibo como periodista, menos como periodista deportiva. El día en que me perciba así va a ser cuando esté recibida».









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